Alejandra Szir
Lago de plata no se puede
ya no
el problema es la plata
el lago es por lo del río quieto
es que en realidad es un estuario
sabíamos lo que había pasado
y por amor a nuestros padres idealizamos la mierda
es que los niños quieren que sus padres sean felices
quieren ser dios
son pecadores
no se puede
el lago, el río inmóvil
ríos son los de Córdoba
para inmovilizarlo más le tiramos cadáveres
qué práctico
le tiramos químicos
le tiramos muerte química
muerte en personas
nuestra madre nos dice: no estaban muertos
nuestra madre nos necesita y la abandonamos
madre patria
madre de mierda
de mierda el río y la plata
y cualquiera de sus derivados
argento es un director de cine de
películas de terror.
Por eso no se puede
somos pecadores
decimos Ferledenia
olvidar
el miedo es un intento
de inmovilizar la violencia
el río se revuelve en su barro
pero si le llamaste río
revolver también es mover.
Revólver
lago porque es quieto
lago porque es corto
todo es marrón: sangre
ojos piel caca de río
los leones son amarillos
aguas marrones
nunca serán leones.
No podemos decir
río, lago, mar
plata, argentina, brillante
luna tucumana
tamborcito
decimos
Verledenië
inventamos otro nombre
como hicimos con el agua
líquido, pecuniario.
Ahora no nos entiende nadie
Antes es Ferledenia
es cadáver exquisito
omnipotencia infantil
somos niños pecadores
nos hacemos cargo
digo que lo hicimos nosotros
dominamos la ira
cambiándole el nombre
bautizándola
de la plata
billetes marrones
con la cara de san martín.
Parelstad
para no decir
la ciudad de donde nos vinimos
buenos aires argentina río de la plata
nombres coloniales
nuestros padres nuestras madres
nos enseñaron a odiarnos los unos a
los otros
y nosotros somos tan buenos
ahora está todo quieto
hemos terminado el trabajo
lo dijimos para que lo sepan
el nuevo nombre
Verledenië, Parelstad, Grote Rivier
siempre hay sauces
nostalgia, mirar las olitas pensando
en sus padres y sobre todo en sus
madres.
Nuestras medidas son precarias
dios es infinito
no se trata de perdonar
sino de desculpar
revolvernos en tu barro.
Alejandra Szir (Buenos Aires, 1971) recibió una mención en el rubro novela de la Primera Bienal del Arte Joven de Buenos Aires (1989, jurado Adolfo Bioy Casares). Publicó los poemarios extrañas palabras (1998, mención concurso Diario de Poesía 1997), Suecia (2006, segundo premio nacional de iniciación otorgado en 2004 por la producción 1997-98) y Cuaderno (2009), y figura en Poetas Argentinas, 1961-1980 (2007) y Si Hamlet duda le daremos muerte. Antología de poesía salvaje (2010). Para Estudios Neerlandeses y Latinoamericanos en la universidad de Leiden ha investigado sobre el escritor viajero holandés Jan Jacob Slauerhoff. Este trabajo resultó en el ensayo Las fronteras del yo. Entre señoras, prostitutas, indios y gauchos (2017) y la revista-homenaje a Slauerhoff De todos modos la vida entera está perdida (2018), co-editada con Antonio Cruz Romero. Reside en los Países Bajos.
👏👏👏
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